miércoles, 26 de octubre de 2011

VERBOS IRREGULARES


Cuando no tenga nada que decirte, no te diré nada. Parece algo absurdo. Piénsalo otra vez. ¿Cuántas cosas dices por no saber qué decir? “Ha empeorado el tiempo estos días” “Parece que el PP ganará las elecciones” “Estaba claro que el Barça era claramente superior”. Piénsalo otra vez. No te diré nada. Me quedaré callado mirando tus piernas cruzadas. O el telediario. Tus piernas mejor, sí. También sabes que cuando eres tú quien se queda callada, eres mi objeto indirecto en tercera persona, mi jodido verbo que no tengo ni puta idea de su conjugación. Sigo callado. Sigues desnuda. Me indicas el camino con la ropa en el suelo. Y todavía sé aún menos cómo carajo te conjugas. Sabes que puedo ser un buen tipo y un gilipollas. Sabes que nunca terminé de aprenderme los malditos verbos irregulares. Y ya va siendo hora. Sigo callado. Sigues desnuda.

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