martes, 21 de mayo de 2013

FUEGOS ARTIFICIALES EN DIFERIDO


Iba a enviártelo. Mi concierto no era el tuyo. Entre las 22:30 y las 00:00 impactaban intermitentemente golpes que no se ven. Aunque se notan. Iba a enviártelo. Lo de siempre, desde una altitud distinta. Lo de siempre, en otra escala de grises. Como cuando enciendes la televisión y todo se apaga. El mundo, el sofá, los artículos de opinión, el cauce del río que nos inunda en verano o la antena desorientada que se olvida de las coordenadas. Me tragué los fuegos artificiales y vi la escena en diferido desde mi concierto. O desde un lugar al que no sé cómo coño se vuelve, y que para lo único que sirvió fue para acordarme de ti en B. O como quieras llamarlo.

lunes, 6 de mayo de 2013

FRANJA HORARIA


En sequías más grandes he aparcado la piel. En espacios más pequeños he recreado una vida ficticia que sabe a whisky cuando no estás. En cualquier franja horaria hay cosas de ti que desconozco o que prefiero no saber. Y la sangre sigue temblando en la parada del autobús. Incluso en el casco imposible de abrochar bien. Tu vestido lleva una bomba de relojería conectada a mi aorta preparada para estallar cuando quieras. Pocas cosas superan esta cuenta atrás. Esta saliva que no caduca por mucho que soñemos con desiertos en blanco y negro. Hemos amañado polvos y cristales fríos que nos tapan. Con tramos alternos de oscuridad y sexo en un abrir y cerrar de ojos, de boca o de…Ventanas que vuelven por no marcharse del todo. El último sprint fue en tu espalda. En sequías más grandes he aparcado la piel. En cualquier franja horaria hay cosas de ti que desconozco o que he olvidado. No hace falta que lo entiendas. Con no irte es suficiente.

miércoles, 1 de mayo de 2013

ABISMO SANGRANTE



Si supieras el abismo sangrante
que hay entre tú y las demás,
no te pondrías celosa como una perra
al ver que a veces, las marcas de dientes
de mi cuello no coinciden con los tuyos.
Porque esas marcas, de una manera u otra,
siempre se terminan borrando.
Con sudor o pintalabios de los chinos.
Las que tú me dejas, las intento disimular
entre huellas de otros dientes
que muerden y muerden,
sin saber que las mejores heridas
se hacen con tu lengua.
Sin saber, que esto sólo hace
que se noten aún más las tuyas.