Es una lástima que los
kilómetros hayan tenido efecto. Es mejor escribir sobre lo que duele que sobre
lo que ya no importa tanto. Pero este whisky sin ti empieza a saber bien. No es
una victoria. Ni tan siquiera es una sonrisa después de un orgasmo. Nos perdimos
el descuento y ahora se agradece. Te mezclo a ti y a ella sin que tengáis mucho
que ver cronológicamente. Y en medio del ruido tampoco sé lo que dije para que
te quedaras ni para que te fueras después. Reconozco que alguna vez he puesto
la calefacción por tu culpa. A pesar de tener el labio rajado, te memoricé
igual. Tú no entendías mi letra, yo nunca entendí tus cambios de… “Amor” es
otra palabra rara y con efectos secundarios innegociables. La pereza de volver
a arrancarte la ropa interior con los dientes hace que llueva o que cuelgue en
el segundo tono. No voy a negar la llamada. Pero siempre me dejaste un tiempo
para rectificar. “A ver si nos vemos” era algo que no iba a suceder. Antes lo
sabías tú. Ahora lo sabemos los dos. Este whisky sin ti empieza a saber bien.
Se ha pasado la resaca. He olvidado a qué saben ciertas partes de tu cuerpo.