¿Y si te quedas un poco más? No mucho. Hasta que tengamos razones suficientes para destrozar la lógica de los semáforos en rojo. Han cambiado algunas cosas, o he cambiado yo. O ambos. La cuestión no es lo que me das. Es lo que no me quitas. La plenitud y el llamarte mañana tratan simplemente de eso. Lo demás es una puta mierda. No hay futuro y el pasado está cubierto de lodo. Con no querer marcharnos ahora mismo, nos es bastante. Ponle el disfraz que quieras al presente, se lo vamos a quitar de todas formas. Sé que mis excusas no son excusas. Y dudo que te sirvan para algo. Dudo que te ayuden a no romperlo de nuevo. Últimamente cambio mis planes por estupideces. Por la sensación de quedarme en blanco cuando dices “¿qué camiseta te gusta más?” o “no tardo, llego en cinco minutos”. Con lo que uno ha sido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario