jueves, 5 de julio de 2012

INTRODUCCIÓN DE UN VERANO QUE VIMOS DESDE DICIEMBRE

En mi ropa arrugada en la silla resalta el precipicio hacia algo que tiene que ver contigo. Porque con esta resaca son perfectas tus posturas al dormir. Aunque yo no pueda. Aunque seas tú quien duerma por los dos. Y yo compruebe de qué están hechos tus sueños cuando me golpeas con la pierna y no pasa nada, porque como te dije, no estoy dormido. Entonces sé que estás corriendo de algo, que no estás contando las estupideces que te dije ayer y que tenemos tiempo de sobra para pensar todo lo que no vamos a ser mañana. Con esta resaca no hay desayuno que mejore la digestión que nos hicimos primero encima, luego abajo, después en el suelo. O algo así. He cambiado el título dos veces. La primera porque no hablaba sobre lo que hablo, y la segunda porque hablaba demasiado sobre ti. Si la cama fuese un poco más grande no haría falta trasladarnos al piso de arriba en noches bisiestas. ¿Para qué vamos a ser algo mañana? ¿Para qué vamos a cambiarle las pilas al mando a distancia? Si Bon Iver sigue sonando a modo de introducción de un verano que vimos desde Diciembre. Como dice Luis García Montero “Lo que ocurre en las nubes, ocurre también en nuestra casa”. Y seguimos preguntándonos por qué conservamos cosas que ya no funcionan: vídeos vhs, cintas de cassette, una máquina de escribir o nosotros. Tal vez por nostalgia. Tal vez porque no sabemos dónde tirarlas.

2 comentarios: