martes, 8 de noviembre de 2011

“TÚ” Y “YO” VALDRÍA

Si yo te hablo de lugares imposibles, tú me dices que todo es negociable. Si tú calculas la gasolina en los abandonos que nos damos cuatro veces por semana, yo te propongo mudarnos a Dubai. Si yo me acerco de puntillas al caos de tu saliva, tú me explicas que pase y que me ponga cómodo porque va para rato. Si yo te olvido no por olvidar, sino por echarte de menos en el peor momento, tú deberías de darme dos ostias, por si acaso. Si tú extiendes el “yo”, “tú”, “a veces sí”, “a veces no” a “ellos”, “tú sabes quién”, “al debate común externo”, nos crecerán los enanos. Si yo recompongo los desfiles a las 4 de la mañana haciendo que tiemble tu mesita de noche, sin previo aviso, tú me enseñas las palabras que nunca rozaron ningún satélite. Si tú me hablas de aviones despegando cuando después del polvo voy al cuarto de baño, yo escribo en color en el espejo que todos los caminos llevan a Roma, pero no cambio tu lengua por el Coliseum. Si tú matas de celos al próximo autobús que esté fuera de línea, yo te explico que el invierno sabe a los latidos que mordemos sin perder el orden de lista. Si te hablo de “nosotros”, no me hagas ni puto caso. Porque en realidad quiero decir cualquier cosa menos "nosotros". “Tú” y “yo” valdría. Pero sólo cuando lo decimos nosotros.

2 comentarios: