sábado, 26 de noviembre de 2011

TE DOY LA RAZÓN. PERO TE EQUIVOCAS

Dices que W. Burroughs te suena pero no lo conoces; a C. Bukowski en cambio sí. Dices que con la camiseta de Los Ramones es bastante fácil ligar en un sitio de estos. Yo no digo nada. Sigues diciendo que la cerveza está caliente y que no es la única cosa que lo está. Ponen una de Los Beatles y dices al instante el nombre de la canción. Dices que hubo un antes y un después, a raíz del 15-M. Y yo no digo nada. Dices también que el fútbol y la religión son el opio de este país. Ya ha terminado la canción. Ahora suena una de Nirvana. Dices que vas a pedirte otra cerveza. Hago un gesto de “yo te espero aquí”. Pienso en la batería que le queda al móvil, en el partido de mañana y en si estará lloviendo. Has vuelto. Y no he pensado en ti. Dices que casi cualquier tío se follaría a casi cualquier tía de aquí. No sé si tengo que decir algo o no. Por eso, no digo nada. Dices que no digo muchas cosas. Te doy la razón. Dices que tengo pinta de ser un cabrón. Y dices también que tienes esa impresión, pero que no me lo tome a mal. Y que aún así, vas a invitarme a casa.
A veces, lo único que tienes que hacer para no mandar a tomar por culo un polvo, es no abrir la boca.

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