viernes, 11 de mayo de 2012

CREMA HIDRATANTE Y PISCINAS VACÍAS

Por la ventana del hostal entra olor a sal, que se mezcla con el olor de tu crema hidratante después de que el sol se haya quedado demasiado tiempo en tu piel. Es un rosa que produce calma. Es un rosa que invita a quedarse a vivir ahí mismo. Las cortinas ondean al ritmo de tus pasos descalzos por el suelo. Yo estoy tumbado mirando al techo, en boxer y con evidencias claras en mis músculos de tu victoria. Sigues andando por el piso. Y vuelvo a ver como tus uñas de los pies se diferencian del mármol desde la cocina. Elegiste un rojo oscuro. Y como gota a gota, entras en la cama por el lado opuesto. Las cortinas se elevan hasta el techo y un camión descarga fruta en la calle. Tu pelo mojado consigue que las sábanas blancas estén aún más frescas. Y dejas marcas para el seguir el camino de vuelta por si me pierdo. Que me perderé. En la tele está el telediario. Han inyectado a Bankia 10.000 millones de euros que han recortado de sanidad y educación. La UE cree que España incumplirá este año el objetivo de déficit. El IPC cambia de tendencia en abril con un alza del 2,1% por la luz. La apagamos. Pensamos durante cinco minutos si nos quedamos en el piso y apagamos la luz también o si bajamos a cenar por el paseo marítimo. Decidimos la segunda opción. El vestido de lino azul que te has puesto conquista mis retinas sin desembarcar. Una conquista permanente. Nos sentamos cerca de la playa. Aún más cerca de lo que parece. El mar de noche es más o menos tan evidente como tú cuando cierras los ojos. Acerco mi boca a tu hombro para calibrar la temperatura. No sabe tan mal la crema hidratante. Pedimos un postre a medias. Nos hemos quedado bastante llenos. En el ascensor ya nos enseñamos las cartas. Entramos a oscuras. La luna parece que está colgada del puto techo. Una farola también hace su función. “Mientras los grandes temas dormían el sueño que nosotros no dormimos” (M. Benedetti). No sé cómo lo haces pero nunca te equivocas con la ropa interior. No sé cómo lo haces pero nunca te equivocas cuando dices que en estas ocasiones es como si flotásemos en piscinas vacías.

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