domingo, 19 de julio de 2015

CAOS ESTÚPIDO


El piano y tú contra la pared en un momento azul
                              del que nadie se acordará,
mientras las notas y las gotas caen al suelo
con tu nombre y mi carne como un caos estúpido.
Detenerse lamiendo cada partícula de oxígeno
que quiera escapar o estallar delante de nosotros
y envidiarla. Envidiarla con todas nuestras fuerzas.
La cerveza y los tragos de bourbon
hacen que levites como si rozaras la saliva de un dios,
y esa maldita melodía comercial
que no se va de mi cabeza, aunque por suerte,
tu mano sigue en mi entrepierna.

El piano y tú contra la pared en un momento azul
                             del que sólo querremos huir,
mientras otros y otras intentan que seamos felices.
La felicidad es para quienes no saben cómo vivir.
Y qué cojones importa si sólo sabemos girar
y corrernos apretando los dientes.
Y qué cojones importa si el pintalabios
no soporta las acometidas. Sonríe después de temblar.
Sonríe y no te vayas lejos si no dejo de correr.
Tus pezones nunca mienten. Y mi pantalón tampoco.

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