viernes, 17 de enero de 2014

DOMPAT



Sabes dónde vivo y yo cómo duermes. No importa tanto pero las drogas en tu boca son distintas. Cuando digo distintas quiero decir mejor. Y cuando digo mejor quiero decir que para desafinar palabras siempre hay tiempo pero para calibrar los cuerpos nunca es suficiente. En la décima sinapsis recogí tu ropa y te encontré. Aún siguen temblando mi esternón y las paredes del baño del bar. Te hablé del invierno con barba de varias escenas de Fellini. Y tu piel cambió de color. Y tu labio inferior me pasó evolutivamente de una forma que avergüenza pero sienta jodidamente bien. Y cada dolor muscular es una forma diferente de acordarme de ti sin tenerlo previsto. A horas en las que estaba seguro que no existías. Porque de tus muslos para afuera no entiendo casi nada de lo que ocurre. Porque si se trata de vistas, no hay comparación. Porque como tú dices “Porque sí”. Y no hay una explicación más convincente.

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