miércoles, 1 de mayo de 2013

ABISMO SANGRANTE



Si supieras el abismo sangrante
que hay entre tú y las demás,
no te pondrías celosa como una perra
al ver que a veces, las marcas de dientes
de mi cuello no coinciden con los tuyos.
Porque esas marcas, de una manera u otra,
siempre se terminan borrando.
Con sudor o pintalabios de los chinos.
Las que tú me dejas, las intento disimular
entre huellas de otros dientes
que muerden y muerden,
sin saber que las mejores heridas
se hacen con tu lengua.
Sin saber, que esto sólo hace
que se noten aún más las tuyas.

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