domingo, 8 de junio de 2014

ENTRE EL WHISKY Y TU PINTALABIOS NUNCA HUBO COLOR


Por qué Bangkok y tú. No lo sé. Mi parte más incierta coincide con tu parte más salvaje. Por eso lo que siempre sobrevive es la sonrisa de cada monstruo. Y no duele tanto. O eso parece. Por qué la oscuridad y tú. No lo sé. Entre el whisky y tu pintalabios nunca hubo color. Hay lámparas y sombras que nos acompañan a por el pan y en las mejores pesadillas. O eso parece. Por qué el sexo y tú. Porque cuando nos corremos a la vez, dan ganas de vomitar toda la mierda cursi que nunca nos decimos.

1 comentario:

  1. Ya se echaban de menos unas líneas así, lo pones todo patas arriba.

    ResponderEliminar