viernes, 7 de junio de 2013

POR ALGUNA EXTRAÑA RAZÓN



Por alguna extraña razón sigues desnuda en este apocalipsis descuidado y con anemia. Yo no dejo de imaginar códigos de barra cuando nos corremos y todo desaparece durante dos minutos. Y se retroalimentan y se sostienen los argumentos absurdos sobre convivir sin ser consciente de ello. Mis neuronas están desbordadas por gramos de tu cuerpo. Mis pies andan inseguros por el filo del espejo de tu armario. Y apago la alarma para que sigamos sin dormir. Y muerdo las sábanas para memorizarte con los dientes. Y la temperatura sube en tus pulmones. Y te repito la misma frase mil veces hasta que ya no sabemos de qué estamos hablando. Pero por alguna extraña razón sigues desnuda en este apocalipsis descuidado y con anemia. Aunque no sepamos muy bien si estamos en verano o en invierno. Aunque no sepamos muy bien cómo hemos llegado hasta aquí ni cómo saldremos de ésta. “Has vuelto a hablar en sueños otra vez. Y me gustó” (Iván Ferreiro). No sé explicarlo de otra manera. No sé colisionar de otra manera.

2 comentarios:

  1. Gracias por cada una de tus entradas, por sentirme reflejado en cada palabra.

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  2. Gracias a ti por leerlas. Es un halago que te gusten.

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